Ambos detenidos residentes en Bétera y L'Eliana respectivamente han sido detenidos por haber repartido y pegado publicidad en la noche anterior a la huelga del 29 de Marzo.
Los os representantes de CCOO fueron puestos en libertad gracias a la intervención del abogado del propio sindicato unas pocas horas después de su presencia en el cuartel de la Guardia Civil, aún así deberían personarse hoy para prestar declaración.
De primeras la noticia impacta por el delito que se les imputa, absurdo desde cualquier punto de vista por el que queramos observar. Pero es que según analizamos los hechos resulta cada vez más escandaloso, se produce una situación digna del periodo pre constitucional de este país en el que las personas eran tachadas de pertenecer a organizaciones ilícitas sólo por su lucha sindical o política.
He ojeado un poco nuestro maravilloso código penal, nótese la ironía, en el que encontramos en su artículo 515 la siguiente redacción :
Artículo 515. Son punibles las asociaciones ilícitas, teniendo tal consideración:
- Las que tengan por objeto cometer algún delito o, después de constituidas,promuevan su comisión así como las que tengan por objeto cometer o promover la comisión de faltas de forma organizada,coordinada y reiterada.
- Suprimido 23 de Diciembre de 2010
- Las que,aún teniendo por objeto un fin lícito, empleen medios violentos o de alteración o control de la personalidad para su consecución.
- Las organizaciones de carácter paramilitar.
- Las que promuevan la discriminación,el odio o la violencia contra personas,grupos o asociaciones por razón de ideología,religión o creencias, la pertenencia de sus miembros o de alguno de ellos a una etnia,razón o nación, su sexo orientación sexual,situación familiar , enfermedad o minusval´a o inciten a ello.
Por tanto, ¿qué se les pasó por la cabeza a los miembros de la guardia civil que realizaron las detenciones? ¿Acaso ahora pertenecer a CCOO o promover un huelga general lícita es un acto que atenta contra el Estado? Además, la detención ni siquiera se produce en el momento de cometer el acto delictivo que propios agentes de ese cuartel estaban presenciando como comunicaba la noticia, si no que realizan la detención unos 15 días después. No sé a qué clase de lumbreras se le habrá ocurrido ordenar esta detención pero desde luego que deja bastante en evidencia el comportamiento de la benemérita,más de lo que aún estaba, y pone de manifiesto que a día de hoy protestar está mal visto por los cuerpos de seguridad del Estado. Nos tienen miedo. Debemos estar orgullosos de que eso vuelva a ocurrir.
